lunes, 20 de abril de 2009

Es absurdo que el gobernador piense en una candidatura testimonial cuando la provincia está paralizada por huelgas


Tras el paro por 48 horas que iniciaron los trabajadores estatales en la provincia, al que mañana se sumarán los judiciales, la provincia se encuentra paralizada en sus actividades más importantes. Es indignante la situación por la que estamos atravesando. Es absurdo que el gobernador piense en una candidatura testimonial cuando la provincia está paralizada por paros.
La situación es crítica, sobre todo en el área de salud. El alto porcentaje de adhesión tanto en hospitales públicos como en el IOMA, provocan una emergencia sanitaria.Provisión de medicamentos, turnos, auditorías médicas, liquidaciones y traslados -en el caso de IOMA-, se encuentran demorados y eso hace que no se pueda dar una correcta prestación a afiliados.
Le pedimos al gobernador que concentre sus energías en atender los problemas prioritarios de la provincia, en este caso en resolver la situación laboral de los empleados del estatales. A los bonaerenses no nos interesa si Scioli mide más en las encuestas sólo o acompañado de Kirchner, queremos que ejerza el cargo para el que fue elegido.
Por último, señalo que con la suma al paro de los judiciales la situación va a ser caótica porque todos sabemos que para contribuir a combatir la inseguridad creciente, necesitamos un funcionamiento eficiente de la justicia y esto implica buenos salarios, mejoras en infraestructura y asignación de cargos.

jueves, 2 de abril de 2009

Vivir en libertad




Son días de sentimientos contradictorios, donde la tristeza por la noticia del fallecimiento de Raúl Alfonsín se ve opacada por el legado que nos dejó no sólo por su vasta trayectoria como hombre público, sino porque su muerte ha permitido la unión de todos los argentinos.
Evidentemente su destino estaba marcado. En el peor momento de la historia él llegó con el mensaje democratizador y le devolvió a este país la libertad. Marcó el camino sin titubear: enjuició y condenó a los responsables del terrorismo de estado, para que Nunca Más se permitieran las atrocidades por el sólo hecho de pensar distinto; apostó al diálogo y al consenso para llevar adelante sus convicciones.
Sus memorables frases suenan y resuenan en los medios de comunicación nunca tan cercanas en los tiempos que nos toca vivir a los argentinos. El respeto por las instituciones y a la Constitución Nacional son las conductas sobre las que Alfonsín basó su obra de gobierno.
Tan cerca en el tiempo, tan lejano en la realidad. Que su desaparición física no quede tan sólo en homenajes discursivos. Como argentinos tenemos el deber moral de tomar sus banderas para evitar que sean avasalladas las libertadas individuales, el respeto en los poderes de la república y sobre todo en el texto de nuestra Constitución.
Tenemos la obligación de ser los custodios de la democracia que Alfonsín nos legó, producto de tanto esfuerzo y en honor a tantas vidas que han quedado en el camino. Pero la lucha continúa. En su último discurso Raúl aseguró: “Es muy importante lo que se ha logrado, comprendiendo que la democracia no es simplemente el ejercicio de la libertad, es también la búsqueda de la igualdad. Es también la que mejor posibilita la distribución del ingreso”.
La respuesta de su mandato está delante de nuestros ojos, no sólo por lo que hizo como hombre público sino por lo que significa como persona. Su conducta es lo que nos tiene que marcar el camino. La honestidad, la austeridad, las convicciones, el respeto, el diálogo, la defensa de las libertades, la humildad, la búsqueda de la igualdad.
Viendo las expresiones de la gente tras el fallecimiento del padre de nuestra democracia, sabemos que la participación del pueblo está intacta y que es posible reafirmar el compromiso con la política, que es la única herramienta posible para solucionar los problemas de la gente.
Por primera vez referentes de todos los colores políticos se han mostrado juntos, se han abrazado, han llorado y han coincidido en los valores indiscutibles que pregonó Raúl Alfonsín. El mensaje es evidente: sólo de manera colectiva y sobre la base del respeto y el diálogo podremos salir adelante. Porque como afirmaba nuestro presidente, citando el preámbulo de la Constitución nacional: “Vamos a constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.