miércoles, 25 de marzo de 2009

Las decisiones unilaterales del Gobierno nos llevan a profundizar la dimensión de la crisis


Una vez más vemos con profunda tristeza como las decisiones en este país se toman en el círculo íntimo del matrimonio de los Kirchner. Esta medida vapulea no sólo a la oposición política, sino a todos los ciudadanos que observamos, abrumados, como las reglas se modifican de un día para el otro según los intereses y caprichos de quienes ejercen, momentáneamente, el poder.

Si bien la Coalición Cívica ya anticipó su oposición a esta medida, es necesario profundizar en las razones que nos llevan a tomar esta postura. La presidenta destacó a la crisis como el argumento principal para promover el adelantamiento de los comicios. Insistimos en que la propia mandataria intenta modificar una ley que promovió el propio Néstor Kirchner cuando era presidente, y que ella avaló en la Cámara alta como senadora nacional.

La mejor oposición que podemos hacer a esta iniciativa es con propuestas. Si el problema es la crisis, contestamos con planes y no con el adelantamiento de las elecciones. La prioridad de los vecinos es mejorar la situación real de inseguridad que viven y garantizar que, en estos tiempos difíciles, se puedan mantener los empleos y la capacidad de consumo en nuestro interior. Por este motivo, insistimos con nuestros legisladores nacionales en propuestas concretas para el sector agropecuario y para resolver el complejo problema de la inseguridad, que siguen siendo los temas prioritarios para la vida de nuestros pueblos.

Es mentira que la oposición no tiene propuestas, es verdad que el Gobierno busca adelantar las elecciones para desarticular nuestro trabajo que al hacerse desde la vereda de enfrente y con mínimos recursos es doblemente costoso.

Es en este contexto, que pedimos que no se tomen decisiones apresuradas que vuelven a nuestro país el paraíso de la inseguridad, por la falta de previsibilidad y de reglas claras. Realmente la actitud del gobierno no es seria.

Sólo el respeto a las instituciones de la República, nos puede fortalecer como argentinos frente a la crisis que nos toca vivir. Por eso, como tantas veces lo hemos hecho durante la crisis con el campo, pedimos abrir el diálogo. La respuesta que recibimos, en cambio, es el manoseo de una ley. Algo que algunos han llamado, tristemente, una jugada política audaz.

¿Por qué defendemos la actual norma electoral? Tenemos que hacerlo por la razón única de que es lo correcto. Desde la Coalición Cívica decimos: no queremos modificar una ley que de por sí es clara y elocuente, sino ocupar nuestras fuerzas y energías en resolver los problemas urgentes que ya está causando esta crisis: aumento de los delitos violentos, hambre, desocupación, abandono de la escolaridad, déficits alarmantes en las cajas provinciales y municipales.

El Congreso es ahora quien tiene en sus manos la decisión de adelantar o no los comicios, sin embargo, esperamos que esta situación nos sirva a todos para reflexionar acerca de qué país queremos. El avasallamiento a las normas que vivimos en la actualidad tiene pocos y tristes antecedentes en nuestra historia. Lo que queremos es reglas claras y elecciones transparentes para no repetir, una vez más, los errores que hemos cometido y que tanto mal le han hecho a todos los argentinos.

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